miércoles, 4 de septiembre de 2013

Tarken Corian - Autor: Ivoo

Bárbaro Semiorco


     Solía vivir en una tribu junto a muchos otros bárbaros, pero una noche los hombres atacaron.
Llevaban armaduras brillantes, al igual que sus armas. Nosotros estábamos en paz, solo adorábamos a Kord…  

     Mi madre se llamaba Lauden, ella era humana y solía ser guardia. Un día, la tribu de mi padre la secuestro. Ahí fue cuando se conocieron. Ella humana y el un orco puro. Pero era el orco más carismático que podías conocer. Era bastante menudo para ser un orco, muchas veces lo confundían con un semiorco. Hablaba perfecto la lengua de los humanos y allí, en una prisión de la tribu, hablando con mi madre se dieron cuenta que eran el uno para el otro. Mi padre, Kyart, pidió su libertad y poco tiempo pasó para que yo naciera. Yo, un semiorco producto de una guardia y un carismático orco.
    Mi educación fue bastante intensa a diferencia de otros orcos y semiorcos. Siempre quise aprender a leer y a escribir, pero solo lo logré a medias. Todos los días rendía culto a Kord y ayudaba a mi padre en lo que necesitase. También mi tío y mis primos me enseñaron mucho sobre el combate.

     Pero hubo un día en que el sol jamás salió. Ese día fue el peor día para nuestra tribu. Comenzó con unos ruidos, luego el sonido se intensificó. Y aparecieron. Cientos de hombres con grandes espadas, hachas, lanzas, armaduras y escudos. Nuestras primitivas armas eran inútiles contra sus armaduras y al impactar hasta se rompían. Yo estaba escondido en mi carpa. Tenía tan solo 9 años y vi a mis padres, mis tíos y mis primos morir frente a mí. Finalmente me encontraron. Me encerraron en una jaula y me llevaron en un carruaje. Yo suplicaba que me dejasen ir a lo que los guardias me reprimían con un “Calla Orco”. Finalmente llegue al destino. Ahí, yo junto a otros orcos fuimos subastados como esclavos. Nos separaron y me llevaron junto a otro orco en una carreta hacia nuestro destino. En el viaje comencé a hablarle. Descubrí todo, ya que el era un poderoso hechicero, perteneciente a otra tribu orca, y con un hechizo logro oír la conversación del esclavista con nuestro comprador. Estábamos siendo trasladados a una mina.
     Cuando llegamos comenzamos a trabajar. Este orco, llamado Caralean, se convirtió en buen amigo mío con el tiempo. La mina se encontraba bajo una montaña y 150 pies arriba se encontraba la mansión de nuestro “dueño”. Sabíamos que jamás lograríamos salir aunque tuviésemos el mejor de los comportamientos, así que ideamos un plan. Primero, con algunos restos de picos rotos logramos hacer dos puñales pequeños. Luego, ya armados, cuando el guardia dormía lo apuñalamos y le quitamos la armadura, las llaves y las armas. Liberamos a todos los orcos esclavos, que se fueron rápido para el bosque. Pero Caralean y yo decidimos que después de los que habíamos vivido teníamos que vengarnos. Fueron 3 largos años de trabajo en la mina, eso no se olvida. Me puse la armadura del guardia que habíamos asesinado, tomé su espadón y subí a la mansión. Apenas subí vi a un elfo con una túnica fumando pipa. Me acerque a el y antes de que se diera cuenta tenía su cabeza en mis manos. Subí al cuarto de arriba. Ahí se encontraba la esposa del elfo recientemente asesinado. Le tire la cabeza de su difunto esposo, mi compañero la paralizo y la violé luego la asesiné. Robé algunas joyas que tenía, tome su cabeza y la guardé en una bolsa junto a la de su esposo. Me encontré con el hijo de los 2 elfos. Un bebé, recién nacido. Saque las cabezas del bolso que llevaba. Les corte las orejas a los elfos, guarde sus orejas en mi bolsillo. Tire las cabezas y puse al bebe en el saco. Nos fuimos corriendo.

     En el bosque perdí a mi compañero, pero hallé a un caminante que viajaba hacia una ciudad. Le di al bebe y salí corriendo, sin decir una palabra. Finalmente, luego de mucho correr llegué a una ciudad. Ahí me encontré con Caralean en una taberna. Charlamos mucho rato, nos emborrachamos y nos hicimos grandes amigos, mas de los que éramos antes. En la ciudad vendí las joyas, compre equipo y me hice un hermoso collar con orejas de elfo. Me refugié en la casa de Caralean.

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